miércoles, 26 de enero de 2011

Olvidémonos del modo tiempo y forma.


Que ganas de estrangular a la licenciada que obliga a que le diga catedrática, por que la muy perra ignora mi materia favorita, ensuciándola con sus sinsabores.
Por no habla con la delicadeza con que kalibula se metía un palo por el culo, por el placer que no compartía tras bambalinas de su imperio.

Me acuerdo de ti, mientras escucho el monologo sobre el escritorio exportado, dentro de un aula fría, carente de todo.
Traduzco con sigilo, el latín que me produce ansias de encontrar tus labios, imaginando el contenido cítrico que me aguarda en ellos, entre cierro la pierna, ausente de el calor que deben tener esas manos tuyas, he imagino tus dientes tras mis pezones, descubiertos a la noche, danzando deseosos de ti

Ahogo mis deseos, suspiro atrayendo el aliento que debería deslizar tu boca a mi entrepierna...
Escuchando los espasmos latentes deseosos de tu sexo.
Invítame a inhibirme, a tus encantos que aun creo no merecer.
Muéstrame la relatividad que puedo comprobar sobre ese cuerpo tuyo, que aparenta ser un hombre siendo aun tan frágil. Siendo aun un niño.
Calma mis miedos que provoca aun el desearte.
Recuérdame que el pecado suele regocijar y apremiar mis malditas manías.
Enséñame, que ante mi prepotencia, sabrás mover mis caderas a el compas de los placeres que injiere tu imaginación
Subasta mis pechos, sobre un colchón que huela a dos horas de un cuarto barato que resguarde mis gemidos tras tu sexo sintiéndome tuya.

Márchate de mi cabeza o entra en mi vida.
Enséñame que puedo aprender de ti, aprópiate de mis piernas y de ese lado izquierdo de mi cerebro.
Llévate mis miedos de creer que he frustrado esto.
Déjame sentir segura de ti, contigo, hazme tuya, cumple esas fantasías que nos persiguen.

Olvidémonos del modo tiempo y forma.
Olvidémonos de leyes, moral, ética apariencia, apoya mi teoría de que podemos crear arte con mí entre pierna y tus hombros.
Deleitémonos de lo que muchos creerían vulgar y ruin, déjame sentir estúpida por ti, y quédate conmigo lo necesario.
No te pido un hasta siempre, pero tampoco anhelo un hasta nunca, solo lo necesario.

No me des nada, que no sea mío, reprende mis miedos de tenerte, arranca mi ropa, mis pesadillas, mis manías y enséñame a ser tuya, solo tuya…

Disculpa mi soberbia,
Quédate un poco más a mi lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario