miércoles, 26 de enero de 2011

síndrome de estocolmo



Llego una noche destinada a síndrome de estocolmo, de esas estéricas, estériles, carentes de todo, entre osmosis y poder mental. Se quedo por mas de 60 O 80 horas, apropiándose de un mundo ajeno, pero cómodo para ambos, demasiado digerible y introspectivo.

Su jazz que permitió compartirme, mi blues mas simple pero amado, la sonrisa he ilusión. Las notas que acompañaron la historia, nuestra historia, entre síntomas de necedad y los menesteres de uno por el otro, sobre la mesa de la noche, la boda y ahora el divorcio. La historia siempre igual siempre tan simple, “chico conoce a lunática ella se enamora de él ¿¡pero él!? (…)” él no sólo la tiene, si no que no la merece, él no puede decir que la ama –chico necesita de manera exacerbada a lunática, chico sueña a lunática, chico quiere a lunática, chico piensa todo el tiempo en lunática- pero… decir que la ama es peligroso, cómo habría de certificar semejante afirmación si el ser humano nunca ha llegado a amar con plenitud” N.

Imaginamos lo que no comentamos entre líneas, saboreamos de lo que ahora ha decidido privarnos, rompimos barreras de silencios, actitudes, sarcasmo, verdades, nostalgia, deleite, suspiros, releyó las cartas de un bipolar, la soledad es un vicio y aumento una mas, a las letanías de un dama, de una puta dama. Libros que pocos leen, de una servidora que suele ser demasiado egoísta con sus escritos.

Le conté historias mientras me acomodaba en sus brazos, en sus silencio noctambulo, de esos que me deleitan y excitan, mientras esperábamos a dormir juntos, sin tocarnos, para entendernos, sin tenernos, para sentirnos, sin entregarnos, para pertenecernos, Somnolientos pero con la dicha de encontrarnos, me aferre un poco a usted, sin aun querer viciarme, con la dosis precisa en tiempo y forma.
Pero la magia se acabo, se acabo como se acaba muchas cosas, se acabo, sin ni siquiera haber empezado, por que usted así lo decidió, decidió ignorarme y aunque lo avía pedido noches atrás, para hoy me atrevería a rogar un poco mas de usted, de llegar a un martes, sentirle, quitarle los zapatos, la timidez, ver el cielo, escuchar la tierra latir mientras el mundo la acelera, un poco de ese olor a ámbar que transpira su piel. La película en la sala, las rizas por cualquier estupidez, su mano sobre la mía. El clímax alcanzado sin que culmine el ocaso.

O lo que no dije, que mis oníricos volatizaba por instantes, imaginando que mi entre pierna y sus hombros podrían hacer arte, mordiéndome los labios por las ansias de saber el cítrico de los suyos, no haga que termine esto, arriésguese un poco, nada saldrá de los limites, me atrevo a pedirle que no me olvide, que no hulla, que no corra y que si lo hace me tome de la mano para hacerlo juntos, me atrevo a mendigar un poco de amor, por que me niego a dejarlo, ya lo encontré que puede pasar, intentémoslo, fumemos de esta vida podrida para poner color y ritmo, poesía y partituras, dejemos todo lo que cree que puede obstruir, permítame, permítase, por una vez arriésguese.

Por que involucrar a terceros, si para nuestro mundo solo necesitamos de un tú y un yo, para que faltar a una fidelidad, si para eso solo se necesita un tu y yo, a pesar de lo adversario y critico de la situación, podemos aislar un mundo un todo, para crear y creer en lo que nosotros pincelemos sobre un nuevo lienzo. Por que no tener fe a pesar de lo incierto, si muchos creen en Dioses inciertos, por que no intentarlo, lo nuestro conlleva menos deidad.

Sería bueno convencerle de las ventajas de tenerme, presentarme un día a su puerta y con un catalogo a color, venderte la idea de un amor compartido, por semanas para dos en algún lugar paradisiaco, como puede ser mi habitación.
Por la noche siendo sombras nos inventariamos el uno al otro, y de mañana me vestiría de luz para abrazarle mientras duerme, me encontraría como fruta al desayuno y al resbalar por su boca el sabor te resultaría familiar.
Voltearía a la cama, sintiendo que estoy ahí.
Y ahí estaría, para usted, por usted.
Sería la envidia del las aguas y los soles,
Del viento ocuparía el lugar en sus pulmones,
Para que no me olvide.
Para que no me olvide. (soy tu gansito)
Para volar rompiendo silencios que no existen.

No muy tranquilamente susurraba tu nombre sobre la banqueta en que algún día nunca estuvimos,
Divagaba imaginando tu sonrisa que iluminaba mis atardeceres,
Descendiendo la luna sobre nuestros cabellos, y filtrándose el calor entre y sobre tus manos... pretendía quedarme bebiendo la dulce alucinación del pasado, pero llego mi amable conciencia, reprimiendo todo festín alusivo a ti y tus lindos ojos almendrados... enunciando en voz grave y detonante,
Basta! que derrochar el tiempo no es bueno... estamos aquí y ahora, utilizando los sentidos, para percibirte, sentirte, mirarte etc. etc...
No entremos en detalles... pero observa como sin querer las cosas llegan y si las quieres llegan mas rápido... porque inventar excusas para no tenerlo que queremos! si tenemos todo para todo... mmm salió mi optimismo uy …
Que en tu lugar, se quedo la pipa en mis labios, un puño de imaginación humeante, extasiante entre mis piernas, la pluma en mi soledad y mi soledad en la banqueta.

Intentémoslo, solo dame la oportunidad,
de creer que se puede.
Por el amor a Zeus no te alejes.

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